Plan estratégico
Una mirada al futuro
Cada cuatro años, Mondragon Unibertsitatea pone en marcha un proceso de reflexión estratégica con la participación de un amplio porcentaje de la comunidad universitaria así como de personas del exterior que contribuyen al enriquecimiento de un plan que pretende, entre otros, dar respuesta al compromiso de transformación social - recogido en la misión de la universidad- a través de sus actividades de formación universitaria, investigación y transferencia y formación para profesionales.
El plan estratégico 2021-2024 que se acaba de definir, contempla como principales prioridades estratégicas las que se indican a continuación:
- Prioridad 1: Fortalecer la experiencia de aprendizaje personalizada y diferencial de los alumnos y alumnas.
- Prioridad 2: Reforzar el carácter de universidad global y abierta al mundo a través de la expansión territorial, la apertura internacional.
- Prioridad 3: Impulsar la transformación digital de la Universidad, avanzando en una oferta formativa más digital y mejorando los servicios y procesos de Mondragon Unibertsitatea.
- Prioridad 4: Aumentar nuestro impacto socio-económico a través de la contribución a la transformación empresarial (organizaciones) y el emprendimiento.
- Prioridad 5: Impulsar la especialización y la excelencia en Investigación y Transferencia.
- Prioridad 6: Promover de manera activa y transversal el Desarrollo Humano Sostenible (ODS) en nuestras actividades.
- Prioridad 7: Seguir apostando por un proyecto universitario cooperativo atractivo basado en las personas, que favorezca su crecimiento y desarrollo sostenible.
Grado de cumplimiento
El Plan Estratégico de la Universidad, cuya duración inicial es de 4 años, se revisa anualmente previamente a la realización del Plan de Gestión anual que incorpora, entre otros, objetivos y acciones concretos orientados al desarrollo de los retos identificados en el Plan Estratégico.
Esta revisión anual consiste en un análisis tanto cualitativo como cuantitativo de los objetivos e indicadores establecidos en el Plan Estratégico y posibilita, por una parte, realizar un seguimiento del grado de cumplimiento de los mismos, facilitando la identificación de aspectos a mejorar, y por otro lado, favorece la identificación de posibles nuevos retos estratégicos de relevancia que puedan surgir durante el período estratégico y que en la elaboración del plan no fueron previstos.
Esta relación directa entre el plan estratégico plurianual con los planes de gestión anuales favorece de manera relevante que el grado de cumplimiento de los objetivos establecidos en el Plan Estratégico sea muy elevado.