La palanca de la industria 4.0 en la recogida y análisis de datos y el papel de la metodología Lean Six Sigma
La palanca de la industria 4.0 en la recogida y análisis de datos y el papel de la metodología Lean Six Sigma
La palanca de la industria 4.0 en la recogida y análisis de datos y el papel de la metodología Lean Six Sigma
Arguider Isasti
Profesor Invesigador de la Escuela Politécnica Superior
07·03·2022
Artículo de opinión publicado en info PLC
La palanca de la industria 4.0 en la recogida y análisis de datos y el papel de la metodología Lean Six Sigma
¿Se os ha dado alguna vez la tesitura de que cuanta más información tenéis, más perdidos estáis? ¿O cuantos más datos os dan, más os confunden?
Este es el “peligro” ante el que nos encontramos hoy en día, y más aún en la industria, donde la palanca de 4.0 lo está acentuando y marcando grandes diferencias. La competencia es cada vez mayor y necesitamos diferenciarnos, ser un poco mejores que el resto, y para ello, tratamos de subirnos a la ola de la industria 4.0. ¿Pero somos conscientes realmente de qué y cómo lo estamos haciendo? ¿Sabemos surfear esa ola o nos estamos adentrando en el mar sin ser conscientes de lo que realmente hacemos? No son pocos a los que esta ola les está dando una serie de revolcones y salen del agua totalmente mareados y desorientados.
Y es que la Industria 4.0 nos permite acceso rápido y poco costoso al dato, y eso hace que podamos recoger más y más datos, y que cada vez sean incluso más fiables, pero eso no nos garantiza el éxito por sí solo. Tendremos que ser muy conscientes de qué datos queremos recoger y para que, es decir, aunque con muy poco esfuerzo se nos permita recoger una infinidad de datos, una gran parte servirá únicamente para satisfacer la curiosidad, mientras que la otra parte será vital para poder conseguir conocimiento sobre nuestros procesos. Y de eso se trata, de no perdernos entre tanto dato, sino de identificar bien cuál es el dato necesario, recogerlo y analizarlo (normalmente estadísticamente), para convertirlo en CONOCIMIENTO.
Cuando les cuento a los alumnos y alumnas de Mondragon Unibertsitatea que los procesos hablan, me suelen mirar con caras un poco…dejémoslo en asombradas. Y es que es así, los procesos hablan, pero hablan en el leguaje de los datos, y hay que saber escucharlos y entenderlos (interpretarlos). Tenemos que recoger los datos necesarios, analizarlos, y convertirlos en información, en conocimiento, para posteriormente poder tomar decisiones y actuar, ese es el poder de los datos. Es más, realmente hasta que no empecemos a recoger datos y analizarlos, no podemos saber a ciencia cierta si lo estamos haciendo bien, mal o regular, solamente tendremos una sensación o una idea, pero nunca la certeza.
También son la única forma de convencer, sobre todo en estos días en los que se habla tanto de trabajo en equipos multidisciplinares, en los cuales cada participante tiene su propio punto de vista (la lógica desde su perspectiva), los datos, los hechos, las evidencias, serán lo único realmente útil para convencer y alinear los distintos pensamientos.
Por lo tanto, el dato es necesario, y la industria 4.0 nos lo posibilita, facilita y agiliza, pero donde está entonces el problema? El problema está en el desequilibrio. El problema está en el desequilibrio entre el volumen creciente de datos que nos brinda la digitalización, y la limitadísima capacidad que tenemos en la filtración e interpretación del dato, en escuchar y entender esa voz que va saliendo del proceso. Es decir, necesitamos una metodología y unas herramientas que sean capaces de traducir datos al lenguaje que nosotros hablamos y entendemos, una metodología cuyo input sean datos, y el output sea conocimiento sobre nuestro proceso. Y eso es precisamente lo que nos ofrece el Lean Six Sigma, en el cual, partiendo de datos, siguiendo unas fases (metodología) en las cuales se utilizan distintas herramientas, nos da como resultado conocimiento sobre nuestro proceso.
El Lean Six Sigma agrupa herramientas y conocimiento estadístico que ya existen de antemano, adoptando lo que realmente funciona y analizando aquello en lo que se falla, para poder corregirlo. Es decir, optimiza y da forma a una serie de herramientas existentes, dando coherencia y cohesión a todo ello, creando una metodología.
Las fases que se siguen en Lean Six Sigma se denominan DMAIC (Definir, Medir, Analizar, Improve/mejora, Control) en las cuales se analizan los datos y se identifican las variables del proceso que realmente afectan al resultado (y en qué medida lo hacen), para posteriormente definir su valor óptimo. Al fin y al cabo, el mayor enemigo de la Calidad es la variabilidad, es decir, que aparentemente sigamos un mismo proceso, y el resultado sea distinto, ya que en este caso quedamos totalmente descolocados.
Por ejemplo, si estamos mecanizando diámetros y todas son inferiores al nominal, sabemos qué es lo que tenemos que hacer, al igual que si todas son superiores al nominal. ¿Pero qué pasa si haciendo lo mismo, algunas están por debajo del nominal y otras por encima? ¿Qué es lo que le pasa a nuestro proceso? ¿Por qué? ¿Y qué podemos hacer? ¿Cómo mejorar esta situación?
¿Creéis que ese resultado es por casualidad? ¿Creéis que esa variabilidad en las dimensiones se da por casualidad? ¿O realmente hay causalidad? Siempre hay un porqué, siempre hay una causalidad, e identificar y controlar esas causas, harán que podamos conseguir siempre el resultado deseado, el mismo, sin grandes variaciones.
En estos casos, en los que el problema es la variabilidad, la metodología Lean Six Sigma nos permite identificar a qué se debe esa variabilidad (causalidad), y de esta forma nos aporta conocimiento sobre nuestro proceso, el cual es imprescindible para poder mejorarlo.
Ahora es especialmente el MOMENTO del Lean Six Sigma, ya que confluyen la industria 4.0. (que nos da volumen y fiabilidad de datos) y la fuerte competitividad (que hace que tengamos que ir mejorando continuamente para no quedarnos sin margen de beneficio, ni fuera de mercado por coste). Se trata de aprovechar el impulso del 4.0 para ser más competitivos, y para eso nos hace falta equilibrar esa balanza en la que, a mayor volumen de datos, hace que necesitemos método y herramientas para analizarlos, que es lo que nos proporcionará la metodología Lean Six Sigma.