Testimonio de Maite Legarra
Testimonio de Maite Legarra
Testimonio de Maite Legarra
¿Cuál fue el tema analizado en tu tesis?
En la tesis doctoral abordé el análisis del proceso de sucesión organizacional que, en los próximos años, tendrán que abordar numerosas organizaciones empresariales en España, en general y, en la Comunidad Autónoma del País Vasco, en particular. El proceso de sucesión consta de dos partes diferenciadas, que pueden o no producirse en el mismo momento: la sucesión en gestión, donde las personas propietarias ceden la dirección de la organización a otra u otras personas sucesoras; y la sucesión en propiedad, donde las alternativas son múltiples, desde la venta a inversores extranjeros/externos a la compra de la organización por parte de las personas trabajadoras, con el objetivo de crear, entre otras estructuras empresariales, una cooperativa.
Para ello, utilice un diseño cualitativo de investigación, ya que ofrece un contexto abierto y flexible de investigación. Decidí llevar a cabo un estudio de caso único de una organización empresarial de Gipuzkoa que se encontraba viviendo un proceso de sucesión, tanto en gestión como en propiedad. A través de la observación participante completa, tuve la oportunidad de vivir, muy de cerca, el proceso de sucesión en la misma. De esta forma, pude recoger evidencias a tiempo real sobre los diferentes factores que influyeron en el proceso de sucesión, analizando la evolución a lo largo del tiempo de estos factores y, a su vez, recogiendo las percepciones, emociones y vivencias de los diferentes stakeholders. Por tanto, pude comprender mejor la complejidad del proceso de sucesión.
¿Cómo viviste el proceso de la tesis doctoral?
Los cuatro años que estuve realizando la tesis doctoral las recuerdo como un proceso de aprendizaje exigentes. Exigentes en cuanto a dedicación de horas, pero exigentes también psicológicamente.
Normalmente el proceso de aprendizaje suele estar lleno de altibajos emocionales donde la incertidumbre y la sensación de caos son constantes. En mi caso, pase mucho tiempo focalizando y concretando el ámbito de estudio, intentando comprender los factores que tenía que analizar. Y, además, como tenía claro que iba a realizar una tesis aplicada, donde recogería las vivencias y hechos de una organización que estaba viviendo el proceso de sucesión en ese momento, se ralentizó mucho el proceso porque es difícil identificar y conseguir que una organización participe en la investigación.
Y una vez que conseguí entrar en una organización, la intensidad de la investigación me absorbió por completo. Los cambios en las preguntas de investigación, la incorporación de nuevos elementos al marco conceptual fueron el día a día durante un año entero. Por tanto, aprendí a vivir en esa incertidumbre que me llevaba a cambios constantes.
¿Qué te ha aportado como profesional y cómo persona la realización de la tesis doctoral?
Profesionalmente me ha servido para crecer. Es un proceso que te lleva a prender nuevos conocimientos y a vivir experiencias que, si no, no lo hubiese hecho. Me ha ayudado a estructurar mi mente, a razonar de forma estructurada y analizar los datos desde una perspectiva analítica que antes no lo tenía.
Además, el hecho de haber tenido la posibilidad de vivir en primera persona un proceso de sucesión organizacional en una organización, me ha ofrecido la oportunidad de adquirir conocimientos reales sobre la cultura y los procesos de cambio que se dan en las organizaciones, la oportunidad de vivir la experiencia de aprendizaje en una organización real.
Y personalmente, también me ha aportado un crecimiento. Me ha ayudado a madurar como persona, a asumir responsabilidades y analizar las realidades desde planos diferentes; gestionar las emociones, las frustraciones y el caos. Pero, sobre todo, me ha servido para aprender a aceptar los cambios.